Una máxima que siempre hay que tener presente es que los riesgos en una organización hay que estudiarlos, analizarlos y no asumirlos, pues hay una  gran cantidad de situaciones y factores de riesgo que pueden incidir en la consumación de los objetivos que se tenían planteados.

 Partiendo de esta idea, saber identificar y gestionarlos es fundamental para la misma. Por tal motivo, en este post brindaremos una  serie de consejos para gestionarlos positivamente. 

En primer lugar, hay que identificarlos. Para ello se hace esencial conocer aquellos que posiblemente puede afrontar la organización. Estos pueden ir desde riesgos financieros, corporativos, hasta los riesgos en proyectos.

Por otro lado, se recomienda implantar una metodología de gestión del riesgo. Es decir,  si no sabes cómo y cuándo empezar define una metodología de gestión de riesgos que se adapte a las necesidades de tu organización.

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 Evalúa Y Prioriza Los Riesgos Que Sean Más Críticos Para Tu Organización 

 Una vez que los identifiques , evalúa y prioriza el tratamiento de aquellos más críticos. En este sentido, hay que precisar qué materialización de los riesgos constituye un alto costo para la organización.

 Ahora bien, así como la materialización de los riesgos constituye un alto costo para la organización, igualmente una efectiva gestión de riesgo puede requerir una cantidad de tiempo y dinero importante.

 Un punto que no se puede pasar por alto al hablar de los riesgos en una organización es utilizar la información histórica de la misma. Si existe información histórica sobre eventos que hayan resultado de la materialización de riesgos de la organización, hay que utilizarla para medir la probabilidad e impacto de dichos riesgos.

El siguiente consejo en la lista es contemplar las partes interesadas. ¿A qué se refiere esto? Al realizar la gestión de riesgos es esencial involucrar y contemplar todas las partes interesadas, es decir, aquellos actores que influyen o se ven influenciados por las actividades  y/o procesos de tu organización.

En otro orden de ideas, resulta interesante también el hecho de plantearse metas e indicadores específicos, medibles, realistas y delimitados en el tiempo para el sistema de gestión de riesgos de la organización. Esto se traducirá en la toma de acciones pertinentes para la mejora de tu sistema.

 Finalmente, a manera de conclusión, quienes conocen de estos temas sostienen que en el proceso de gestión de riesgos, una vez que se identifica y analiza el riesgo, se debe enfocar la energía en el tratamiento, monitoreo y control de este para minimizar las posibilidades de que ocurra, y estar preparados por si esto sucede. 

 

 

 

 

 

 

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